La globalización ha demostrado ser un fenómeno complejo, y es tal vez en el impacto que esta tiene en la cultura donde mejor podemos percibirlo. Pero para hablar de cultura debemos cambiar el paradigma de como entendemos la cultura. Nos han enseñado desde la educación primaria que la cultura es una y tiene una sola estructura: la que podemos ver en a través de nuestro entorno social. Conforme avanzamos en nuestros estudios y en la experiencia de la vida nos encontramos con que existe una diversidad muy amplia en las prácticas culturales, pues cada gueto social tiene prácticas culturales propias, que le confieren autenticidad, identidad.
"Culturas y educación en un mundo global" es un texto en el que podemos reflexionar respecto a los paradigmas culturales, que suelen ser herméticos y no siempre beneficiosos para los miembros o ciertos miembros de las comunidades que los practican. Para desmitificar el estrecho concepto de lo que se entiende por cultura el señor Xavier Besalú nos ayuda a aterrizar el significado esencial de esta cuando nos dice que cultura "es conocimiento, capacidad y actitud de que dispone toda persona humana para desenvolverse en su vida". La cultura por lo tanto debe entenderse no de forma deificada y cosificada, sino de forma práctica, desenvuelta viva.
La escuela, bien nos da a entender el señor Besalú, debe ser en la medida que entendamos la escencia de la cultura. De ahí que las distinciones entre los guetos culturales dentro de la escuela son inapropiados, puesto que la escuela debe ser formadora de una visión holística, universal y no unilateral. En el contexto de España, desde donde se escribe este artículo es más complejo llevar a buen puerto la visión de este entendimiento, ya que la Europa de hoy es más cosmopolita que nunca.
En un mundo global es cuestión de tiempo para que esto pase más frecuentemente. La confrontación por diferencias culturales nos aguarda aún en forma masiva. Una de las luchas más ampulosas para que la visión de la humanidad sea más universal e incluyente ha sido la de la equidad de genero. Caroline Agengo y Madikka Abdelaziz nos hacen ver este problema desde diferentes ángulos, uno legal y otro un tanto más racial. Ambas nos hacen valorar a final de cuentas algo fundamental: las mujeres quieren y deben tener las mismas oportunidades, sin distinción por la etnia de donde hayan surgido.
Precisamente de entre los 8 objetivos del milenio planteados por Naciones Unidas y apoyados por medio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo esta la igualdad de género. Si queremos que el desarrollo humano tenga nuevos alcances la igualdad entre seres humanos es fundamental, y la visión falocéntrica y sexista del mundo debe terminar.Todos los objetivos del milenio tienen importancia, y si se quiere tener un mundo mejor debemos buscar su éxito.
Acabar con el hambre, las pandemias y y dar sustentabilidad al medio ambiente me parecen los otros trs puntos más importantes, sin demeritar por supuesto a la reducción de la mortalidad infantil o mejorar la salud materna. Todos estos proyectos están muy bien pensados, pero requerimos de la participación de los países más avanzados, en este caso a través de la AOD, si queremos que esto funciones, pues el desarrollo requiere de inversión. Con esto regreso al punto inicial de mi premisa: hay que ver la cultura como algo flexible, que unidos y no distanciados nos puede llevar a un mejor camino.